Es que no terminan de convencerme vuestros argumentos, que le vamos a hacer.
Yo soy como Sto. Tomás, hasta que no veo no creo.
Seguid convenciéndome, ¡me encanta dialogar ¡
Yo soy como Sto. Tomás, hasta que no veo no creo.
Seguid convenciéndome, ¡me encanta dialogar ¡