Señor Presidente:
Me dirijo a usted para pedirle que haga un acto de patriotismo y dimita ya, porque ha demostrado con creces su incompetencia para sacarnos de esta grave crisis.
Sin conocimientos de
economía e incapaz de asesorarse convenientemente, está usted tomando unas decisiones cuyo resultado es claro: casi cinco millones de parados, el mayor déficit público en la historia de la
España moderna, un desplome de los ingresos fiscales y un desánimo generalizado que desalienta el nacimiento de proyectos empresariales, base de la recuperación.
Sus mentiras, además, han agotado la paciencia de gran parte de la ciudadanía.
Prometió más
empleo: «Lo enunciaré de forma sencilla pero ambiciosa: la próxima legislatura lograremos el pleno empleo en España» (3 de julio de 2007), mientras negaba la crisis: «España está a salvo de la crisis financiera» (21 de agosto de 2007) y alardeaba tontamente: «España ha entrado en la Champions League de la economía mundial» (11 de septiembre de 2007).
Siguió negando la crisis: «No hay atisbo de recesión económica. La economía
española tiene muy buenos fundamentos» (16 de octubre de 2007), mientras suscitaba ilusiones vanas: «La crisis es una falacia, puro catastrofismo. Estamos creciendo por encima del 3%. Aunque mañana crezcamos al 3% o al 2,8%, que es un crecimiento bueno, vamos a seguir creando empleo y teniendo superávit» (14 de enero de 2008).