¡Muy bueno, Verdeorilla! Ese
chiste puede darse con frecuencia.
O aquel otro... verdad. Un señor
comunista dijo: cuando vengan los míos vamos a repartir todo lo que hay. Y le dijo su hija: empieza por dar una de tus tres vacas al vecino que no tiene ninguna.
... DE ESO NADA, DIJO EL PADRE. Las vacas son mías...