Que si Aznar, que si Felipe, que Zapatero, que si Ibarra, que etc. etc. han hecho ésto, han hecho aquello; una crítica o aprobación, siempre en concordancia con el color de la corbata de quien opina o de la gomina que use para el pelo. En mi opinión, agua pasada no mueve molino y lo pasado, pasado está. La crítica o aprobación de hoy día para estos políticos y otros altos excargos, ha de centrarse no en lo que hicieron mientras ejercieron el cargo, sino en lo que hacen ahora y es exactamente su falta de ética pública al encuadrarse en empresas bajo una fuerte remuneración dineraria sin renunciar a sus pensiones vitalicias y retribuciones públicas derivadas del ejercicio de aquellos cargos. No está prohibido por ley, pero ahí está fallo, debe prohibirse o retirarle los ingresos económicos públicos, es decir establecer unas incompatibilidades como hay para otros pensionistas.
saludos.
saludos.