Hola, amigos. AZNAR es un fiel exponente de lo peor que queda del franquismo, de su prepotencia, su chulería y su falta de respeto al ciudadano de la calle. Se cree un escogido y se le olvida que es simplemente un buenafortuna. Siempre propiciando las doctrinas más rancias del neoliberalismo que son las que dan los mejores dividendos para su bolsillo, como ser consejero de empresas echando gente a la calle, cohonestando las trampas de los bancos y las cajas, privatizando todo lo que se pueda privatizar con tal de que sea público y guardándose los beneficios de lo público como buen-mal político. Y para que no se nos olvide quién es AZNAR, ahí está la inútil de su mujer para recordárnoslo cada día, especialmente a los ciudadanos de MADRID. Francisco Tostón de la Calle