REPORTAJES.
La profecía del comunista Gordillo tras el ictus: “Iglesias se someterá, Podemos desaparecerá”
El alcalde de Marinaleda critica el pacto con Pedro Sánchez. "Iglesias quiere demasiado poder" y puja por el indulto a los presos separatistas.
17 noviembre, 2019 02:32.
Pepe Barahona.
Anda Sánchez Gordillo rebelado desde hace días por dos asuntos. El primero: el único médico de Marinaleda se jubila y el pueblo sevillano del que es alcalde desde hace décadas se queda sin nadie que pase consulta. La situación hace que, por tercer día consecutivo, los vecinos de este municipio de agricultores y jornaleros se citen en el Ayuntamiento para celebrar una asamblea como protesta. Después de dos horas y con el salón de plenos atestado de personas de todas las edades, Sánchez Gordillo se sitúa frente a todos y explica enérgicamente los pasos que se están dando para remediar la situación.
El alcalde es vehemente, como de costumbre, y a pesar del ictus que sufrió hace escasos meses y que le ha dejado visibles mermas físicas. Desde su púlpito, con tono mesiánico, lanza ataques contra el sistema, el capitalismo, la prensa y una retahíla de enemigos del pueblo. Al acabar su homilía, todos salen del ayuntamiento dándose la paz y citándose para la próxima jornada de protesta. Porque el nuevo médico vendrá, “aunque lo tenga que traer yo por las barbas”, promete Sánchez Gordillo. Todos aplauden.
La profecía del comunista Gordillo tras el ictus: “Iglesias se someterá, Podemos desaparecerá”
El alcalde de Marinaleda critica el pacto con Pedro Sánchez. "Iglesias quiere demasiado poder" y puja por el indulto a los presos separatistas.
17 noviembre, 2019 02:32.
Pepe Barahona.
Anda Sánchez Gordillo rebelado desde hace días por dos asuntos. El primero: el único médico de Marinaleda se jubila y el pueblo sevillano del que es alcalde desde hace décadas se queda sin nadie que pase consulta. La situación hace que, por tercer día consecutivo, los vecinos de este municipio de agricultores y jornaleros se citen en el Ayuntamiento para celebrar una asamblea como protesta. Después de dos horas y con el salón de plenos atestado de personas de todas las edades, Sánchez Gordillo se sitúa frente a todos y explica enérgicamente los pasos que se están dando para remediar la situación.
El alcalde es vehemente, como de costumbre, y a pesar del ictus que sufrió hace escasos meses y que le ha dejado visibles mermas físicas. Desde su púlpito, con tono mesiánico, lanza ataques contra el sistema, el capitalismo, la prensa y una retahíla de enemigos del pueblo. Al acabar su homilía, todos salen del ayuntamiento dándose la paz y citándose para la próxima jornada de protesta. Porque el nuevo médico vendrá, “aunque lo tenga que traer yo por las barbas”, promete Sánchez Gordillo. Todos aplauden.