No, para poder tener fe hay que estar desprovisto de soberbia, pecado que abunda entre los científicos de la Tierra. Al decir que no tienen imaginación suficiente para poder analizar la Biblia debidamente, era para señalar su incompetencia en éste y otros sectores. Luego, es conocido sobradamente, que los "sabios" de este mundo han logrado ciertos "avances", tras cometer montones de errores... Y, la Ciencia, así procede "SIEMPRE"...
Saludos.
Creo -José- que confundes la "soberbia", con la exigencia... y -al efecto- lo siguiente:
La exigencia (que el ser humano se hace a sí mismo, para intentar "saber") es un valor "INDISCUTIBLE" que adorna a la condición humana... por lo tanto: concediendo que el ser humano "ha sido dotado" de dicha posibilidad para utilizarla... ¿Qué razones son las que justifican nó deba utilizarse dicho valor (el de querer saber) para reflexionar sobre la existencia, real, de la Divinidad y -en consecuencia- sobre la realidad, o nó, de la Biblia...?
Verás: Los "sábios" y los científicos de verdad (los hay que gustan de parecerlo y no lo son...) son muy, pero que muy distintos, no debes confundirlos (bién, es una sugerencia...) el científico se forma, estudia, imagina y -a partir de realidades- investiga, prueba y -por último- afirma, desde la prueba demostrada. El sábio "sabe", o eso cree... y -por supuesto- no siempre parte desde el contraste y la demostración... Nó, no es lo mismo...
Con todo -creo no lo estás apreciando-... verás: -desde el agradable diálogo que estamos manteniendo- diálogo que como te dije "aquí" ha despertado pasiones, por supuesto que nó, las mías...; por mi parte "en ningún momento" he negado la posible existencia de la Divinidad ni -tampoco- la verosimilitud del libro sagrado (para algunos, para otros nó...) al que se ha llamado Biblia...
¿Cómo voy a negar nada, si -hoy por hoy- (y quizás siempre) tengo los mismos argumentos para afirmar que para negar...? Y es -precisamente- éso, lo que "a mí" me interesa dejar claro, por encima de "mi" fé (de la "aquí" nunca he hablado, ni hablaré...)
Y es que -verás, José- soy un acérrimo defensor (creo lo habrás notado) del rigor... Y el rigor que por cierto, es otro valor humano... y la fé "EN LO ESPIRITUAL", casan mal... de ahí que me esfuerce en separalos... siempre desde el respeto.
Un saludo.
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