EL PERIÓDICO
Italia volverá por unos días en estas fiestas navideñas al confinamiento domiciliario, cerrará restaurantes, bares y comercios y las regiones estarán sometidas a un cierre perimetral. A una semana de las fiestas, el Gobierno de Giuseppe Conte ha aprobado finalmente este viernes el llamado "decreto Navidad", cuya urgencia exigían desde hacía días los presidentes regionales, los gremios profesionales y la misma presidencia del Senado, que calificó el retraso de "incomprensible". "Si el Gobierno no se pronuncia este viernes, aprobaremos un decreto regional", había amenazado Nicola Zingaretti, presidente de Lazio (Roma), mientras que Luca Zaia, su homólogo en el Véneto (Venecia), la región con más contagios de las últimas dos semanas, ya había aprobado medidas regionales más restrictivas.
Durante las próximas fiestas, las vísperas respectivas y el día sucesivo a las mismas toda Italia será zona roja, como en la pasada primavera: estará prohibido salir de casa si no es por trabajo, compra de alimentos y urgencias, mientras que todas las actividades comerciales permanecerán cerradas. Las regiones mantendrán un cierre perimetral.
En los demás días, todo el país será zona amarilla, manteniendo toque de queda a las 22 horas decretado hace unas semanas. Las tiendas podrán tener abierto, mientras que bares y restaurantes deberán permanecer cerrados. Tampoco se podrá entrar o salir de las regiones.
En concreto el cierre total comprenderá del 24 al 27 de diciembre, del 31 de diciembre al 3 de enero y los 6 y 7 de enero.
Excepciones
El decreto incluye algunas excepciones sobre las visitas a padres, hijos o abuelos para la cena del 24 o la comida del 25. Dos miembros de la familia que no convivan con la o las personas visitadas podrán desplazarse, junto con menores de 14 años y con un certificado de responsabilidad en el que deberán declarar el motivo del viaje.
La segunda excepción afecta a los desplazamientos de quienes viven en municipios con menos de 5.000 habitantes, cuyos familiares residen con frecuencia en otros pueblos cercanos: podrán moverse en un radio de 30 kilómetros, aunque quedan excluidas las capitales que se encuentren dentro de la distancia permitida.
Las autoridades prevén que, a pesar de la pandemia, se desplazarán durante estos días un millón de personas. Interior y Defensa destacarán unos 70.000 efectivos para controlar las nuevas disposiciones para las fiestas.
Italia volverá por unos días en estas fiestas navideñas al confinamiento domiciliario, cerrará restaurantes, bares y comercios y las regiones estarán sometidas a un cierre perimetral. A una semana de las fiestas, el Gobierno de Giuseppe Conte ha aprobado finalmente este viernes el llamado "decreto Navidad", cuya urgencia exigían desde hacía días los presidentes regionales, los gremios profesionales y la misma presidencia del Senado, que calificó el retraso de "incomprensible". "Si el Gobierno no se pronuncia este viernes, aprobaremos un decreto regional", había amenazado Nicola Zingaretti, presidente de Lazio (Roma), mientras que Luca Zaia, su homólogo en el Véneto (Venecia), la región con más contagios de las últimas dos semanas, ya había aprobado medidas regionales más restrictivas.
Durante las próximas fiestas, las vísperas respectivas y el día sucesivo a las mismas toda Italia será zona roja, como en la pasada primavera: estará prohibido salir de casa si no es por trabajo, compra de alimentos y urgencias, mientras que todas las actividades comerciales permanecerán cerradas. Las regiones mantendrán un cierre perimetral.
En los demás días, todo el país será zona amarilla, manteniendo toque de queda a las 22 horas decretado hace unas semanas. Las tiendas podrán tener abierto, mientras que bares y restaurantes deberán permanecer cerrados. Tampoco se podrá entrar o salir de las regiones.
En concreto el cierre total comprenderá del 24 al 27 de diciembre, del 31 de diciembre al 3 de enero y los 6 y 7 de enero.
Excepciones
El decreto incluye algunas excepciones sobre las visitas a padres, hijos o abuelos para la cena del 24 o la comida del 25. Dos miembros de la familia que no convivan con la o las personas visitadas podrán desplazarse, junto con menores de 14 años y con un certificado de responsabilidad en el que deberán declarar el motivo del viaje.
La segunda excepción afecta a los desplazamientos de quienes viven en municipios con menos de 5.000 habitantes, cuyos familiares residen con frecuencia en otros pueblos cercanos: podrán moverse en un radio de 30 kilómetros, aunque quedan excluidas las capitales que se encuentren dentro de la distancia permitida.
Las autoridades prevén que, a pesar de la pandemia, se desplazarán durante estos días un millón de personas. Interior y Defensa destacarán unos 70.000 efectivos para controlar las nuevas disposiciones para las fiestas.