Al llegar El a Jerusalén, lo que hacen los fariseos algo indignados, es decirle: "maestro reprende a tus discípulos" porque éstos se habían apoderado del borrico sobre el que iba montado. A lo que contestó: "os digo que si éstos callaren, las piedras clamarán", es decir, aunque acallen los discípulos no pueden cambiar este hecho.
saludos.
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