El nuevo párroco de la iglesia de Santo Domingo y director espiritual de la Congregación de Mena, Juan Manuel Parra, prohibió ayer cantar 'El novio de la muerte' a la conclusión del triduo en honor al Cristo de la Buena Muerte. La decisión del sacerdote provocó, en primer lugar, sorpresa entre los asistentes, acostumbrados a la tradición de que al término de la función principal se entonara esta canción legionaria, y, en segundo lugar generó malestar e indignación entre los hermanos de la cofradía.
El argumento esgrimido por Parra para esta negativa es que 'El novio de la muerte' no es litúrgico y, por tanto, no debe interpretarse en una celebración religiosa, según pudo conocer este periódico. Preguntado por SUR sobre este asunto, el párroco se limitó a contestar: «No tengo nada que decir. La cofradía sabe mis razones». Se da la circunstancia de que esta canción legionaria no se entonaba durante la eucaristía, sino cuando ésta ya había concluido. Sí se pudo interpretar la 'Salve Marinera' en honor a la Virgen de la Soledad.
A su llegada a la parroquia, a mediados del pasado septiembre, el nuevo párroco ya dejó caer su intención de que en las centenarias naves de Santo Domingo no volviera a sonar la letra de la canción. Los hermanos de Mena confiaban que el sacerdote recapacitara y en el último momento diera su visto bueno a que sonaran las letras que suelen acompañar al Cristo de la Buena Muerte cada noche de Jueves Santo por las calles malagueñas.
El argumento esgrimido por Parra para esta negativa es que 'El novio de la muerte' no es litúrgico y, por tanto, no debe interpretarse en una celebración religiosa, según pudo conocer este periódico. Preguntado por SUR sobre este asunto, el párroco se limitó a contestar: «No tengo nada que decir. La cofradía sabe mis razones». Se da la circunstancia de que esta canción legionaria no se entonaba durante la eucaristía, sino cuando ésta ya había concluido. Sí se pudo interpretar la 'Salve Marinera' en honor a la Virgen de la Soledad.
A su llegada a la parroquia, a mediados del pasado septiembre, el nuevo párroco ya dejó caer su intención de que en las centenarias naves de Santo Domingo no volviera a sonar la letra de la canción. Los hermanos de Mena confiaban que el sacerdote recapacitara y en el último momento diera su visto bueno a que sonaran las letras que suelen acompañar al Cristo de la Buena Muerte cada noche de Jueves Santo por las calles malagueñas.