! Como pasa el tiempo!, parece que fue ayer cuando debatíamos acerca de las dificultades que para algunas ciudades españolas suponía la celebración en el año 2.013, de la escandalosa Semana Santa y ya estamos, una vez más, en las proximidades de otra escandalosa Semana Santa.
Yo como de costumbre, procuro ausentarme de los lugares en donde más se organizan folclores católicos conmemorativos de esta "semana" para no sufrir las consecuencias de tales actos.
No obstante, me sigo preguntando el porqué a las manifestaciones callejeras que se organizan llamadas "procesiones" no les exigen los mismo trámites legales que a cualquier "manifestación" obligando además a los promotores de turno ya sean cofradias, hermandades, iglesias, sociedades, etc. etc. a que sigan los trámites normales de las manifestaciones callejeras comunes y que prime el respeto hacía todos los ciudadanos que se muestran ajenos a este escandaloso folclore, molesto para la seguridad vial y para muchos enfermos. Es inconcebible que en fiestas patronales de pueblos se lleve un riguroso seguimiento sobre la potencia de las músicas de los locales de espectáculos y cuando llevan música las procesiones no se exija una mínima potencia de tambores y trompetas.
Bueno aun tenemos la esperanza que ocurra igual que el año pasado, que el escándalo procesional sea en parte apagado con las lluvias enviadas desde el cielo, síntoma de que algo falla en estas ofrendas ruidosas a Dios y sus santos, porque si fueran de su agrado no podemos explicar el que mande la lluvia para deslucirlas.
saludos
Yo como de costumbre, procuro ausentarme de los lugares en donde más se organizan folclores católicos conmemorativos de esta "semana" para no sufrir las consecuencias de tales actos.
No obstante, me sigo preguntando el porqué a las manifestaciones callejeras que se organizan llamadas "procesiones" no les exigen los mismo trámites legales que a cualquier "manifestación" obligando además a los promotores de turno ya sean cofradias, hermandades, iglesias, sociedades, etc. etc. a que sigan los trámites normales de las manifestaciones callejeras comunes y que prime el respeto hacía todos los ciudadanos que se muestran ajenos a este escandaloso folclore, molesto para la seguridad vial y para muchos enfermos. Es inconcebible que en fiestas patronales de pueblos se lleve un riguroso seguimiento sobre la potencia de las músicas de los locales de espectáculos y cuando llevan música las procesiones no se exija una mínima potencia de tambores y trompetas.
Bueno aun tenemos la esperanza que ocurra igual que el año pasado, que el escándalo procesional sea en parte apagado con las lluvias enviadas desde el cielo, síntoma de que algo falla en estas ofrendas ruidosas a Dios y sus santos, porque si fueran de su agrado no podemos explicar el que mande la lluvia para deslucirlas.
saludos