El PNV expulsa a la
Guardia Civil de Tráfico de
Navarra gracias al
PSOE.
El 16 de septiembre Marlaska garantizó a los mandos que no perderían la atribución.
Gema Santamaría.
Pablo Muñoz.
PAMPLONA -
MADRID- Actualizado: 31/12/2019 08:24h.
El presidente del
Gobierno en funciones,
Pedro Sánchez, ha demostrado ser capaz de cualquier cosa por seguir en La Moncloa, hasta el punto de conceder al PNV exigencias para una comunidad, como Navarra, en la que es minoritario. El acuerdo alcanzado ayer entre Pedro Sánchez y Andoni Ortuzar a cambio de los votos del PNV supone de facto que la Guardia Civil se quede casi sin competencias reales en Navarra. El presidente en funciones se ha comprometido a que «se procederá en el plazo de seis meses al traspaso de las competencias de Tráfico a la Comunidad Foral de Navarra con el mismo contenido y extensión que las realizadas en su momento a la Comunidad Autónoma Vasca».
La cesión es mucho más llamativa si se tiene en cuenta que el pasado 16 de septiembre el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se comprometió, en una visita a la Comandancia de Navarra, a mantener las competencias del Instituto Armado en esa materia. Es fácil imaginar, por tanto, la conmoción que la
noticia ha provocado en la Guardia Civil.
Nulo entusiasmo.
Fuentes de Interior se limitan a explicar que «es verdad que hay algunas sentencias que van en ese sentido», aunque añaden a continuación que la Policía foral no está en condiciones de asumir la competencia, al menos a medio plazo. En cualquier caso, ninguna de las fuentes de ese departamento consultadas mostraban especial «entusiasmo» por la concesión hecha al PNV, que deja al ministro en una situación delicada.
El hecho de que el presidente del Partido Nacionalista Vasco negocie sobre Navarra con el presidente del Gobierno ha causado un profundo malestar en la oposición navarra. El portavoz de Navarra Suma y presidente de UPN, José Javier Esparza Abaurrea, mostró ayer su rechazo total y calificó de escándalo el pacto de Gobierno alcanzado por PSOE y PNV.
Esparza consideró que «aceptar la histórica exigencia del nacionalismo vasco de que la Guardia Civil salga de Navarra es el colmo de la desvergüenza» y criticó que el acuerdo de Pedro Sánchez y Andoni Ortuzar sobre Tráfico supone una atribución de representación de Navarra «que las urnas les han negado». «Los ciudadanos de la Comunidad foral no dieron un diputado al PNV», subrayó. «Lo evidente es que quien gobierna en Navarra es el nacionalismo vasco y no el PSN». En opinión del líder regionalista, «el PSN tendrá que explicar el sinsentido de la firma de este acuerdo» y «la contradicción cuando hace pocas semanas defendían el mantenimiento de la Guardia Civil en Navarra».
Esparza afirmó que UPN «siempre ha defendido que queremos que la competencia de Tráfico sea traspasada a la Comunidad foral», pero quieren que la prestación del servicio se haga de forma conjunta y complementaria por Guardia Civil y Policía Foral, como hasta ahora. Para el líder de UPN, que la presidenta, María Chivite, «acepte que el PNV negocie competencias para la Comunidad foral en su nombre retrata a lo que ha llegado el
socialismo navarro». Apuntó que el PSN «hoy es una marioneta en manos del PNV» y calificó de «traición a Navarra y a
España» que «el socialismo navarro y
español acepte una de las grandes prioridades del nacionalismo vasco, como la de echar a la Guardia Civil de Navarra.
Por contra, el vicepresidente del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, valoró ayer muy positivamente que el presidente en funciones haya ratificado su compromiso con el traspaso de las competencias de tráfico en el acuerdo de investidura firmado con el PNV.
Remírez, que recordó que desde hace meses el departamento de
Economía y Hacienda negocia la actualización del Convenio Económico, alabó en un comunicado el hecho de que Sánchez «ratifique su compromiso con las transferencias de tráfico y seguridad vial a Navarra, en sintonía» con el acuerdo de legislatura suscrito por PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E y conforme a lo que contempla el Amejoramiento, informa Efe.