La conspiración contra el régimen republicano fue plural y desorganizada. A LAS FUERZAS EXTREMAS MONÁRQUICAS que habían logrado el apoyo de Benito Mussolini, se sumaron algunos sectores militares, incluso republicanos, que asumieron la dirección principal del alzamiento por encima de estas fuerzas políticas. El más importante de los organizadores de la conspiración fue el general EMILIO MOLA en Pamplona. La participación de Francisco Franco en el alzamiento no estuvo muy clara hasta el final. Ni por un momento se pensaba en una guerra civil, se preveía una actuación muy violenta y decidida para conseguir rápidamente el triunfo en Madrid, capital del Estado y centro de las decisiones políticas, y el establecimiento de un régimen dictatorial que, en principio, no debía ser permanente ni conducir de forma necesaria al establecimiento de un régimen monárquico.