La batalla del Ebro. Estabilizado el Frente Popular toma de nuevo la iniciativa atravesando el río Ebro que formaba la divisoria entre los dos bandos frente a Gandesa. Fue una batalla muy dura y decisiva. Tras tres meses y medio de lucha y siete ofensivas sucesivas, el ejército popular tuvo que retroceder a sus posiciones de origen. La batalla del Ebro acabó por decidir la guerra, en el mes de febrero del 38 las tropas del general Franco en su avance ocuparon Cataluña sin encontrar resistencia. Para muchos republicanos la caída de Cataluña significaba el final definitivo de la guerra, el propio presidente, Manuel Azaña, ya exiliado en Francia, presentó su dimisión en ese momento. Algo más de medio millón de personas cruzaron la frontera francesa hacia el exilio. Buena parte de ellas jamás regresarían