Amigo Sancho, dime, ¿donde esta la justicia en España? si después de ver esto y saber lo que se ha gastado un “señor” del Tribunal Supremo en cachondeo por toda la península no se les cae la cara de vergüenza.
Nunca recibiría dinero que no fuera del Supremo, que fue quien me llamó”
Dos testigos devuelven a Garzón el importe de sus desplazamientos al juicio
Justicia y el Supremo no quisieron abonarlos
María Martín, 81 años, al Supremo: " ¿Quieren que esperemos 75 años más?"
Han sido 438,20 euros, una cantidad irrisoria para el presupuesto en indemnizaciones y pagos en la Administración de Justicia, pero simbolizan mucho más. Son el símbolo del agradecimiento de unas víctimas que llevan décadas luchando contra la desidia del aparato judicial, que siguen intentando recuperar los restos de sus familiares asesinados durante el franquismo y a las que se les han cerrado todas las puertas para obtener una reparación. Acudieron a Madrid desde Barcelona y desde Buenaventura (Toledo) respondiendo a un llamamiento del Tribunal Supremo, que les citó como testigos de la defensa de Baltasar Garzón en el juicio por la investigación del franquismo, y reclamaron el importe de sus respectivos desplazamientos. Pero se les denegó. El abogado de Garzón pidió el importe al exjuez y este se hizo cargo de los 438,20 euros. Pero los testigos se lo han devuelto. “Nunca recibiría dinero que no fuera del Tribunal Supremo, que fue quien me llamó”, dice en una carta doña María, la anciana cuyo testimonio conmovió a los asistentes al proceso.
Enlutada y de pelo cano, María Martín, doña María, de 81 años, entró en el salón del juicio el pasado 1 de febrero empujando un andador. Con la voz ahogada y rota, evocó aquel 21 de septiembre de 1936 en que se llevaron a su madre desde Pedro Bernardo a Arenas de San Pedro, en la provincia de Ávila, “y la mataron por el camino”. Doña María describió el lugar donde ella “sabe” que está el cuerpo de su madre, en una fosa cerca de un puente que cruza un arroyo. Todas sus gestiones para recuperarlo han fracasado.
La anciana reclamó la cantidad de 300 euros porque tuvo que desplazarse en taxi al Tribunal Supremo, dada su imposibilidad física, dejando a su marido en casa con un principio de alzhéimer.
Manuel Perona, presidente de la Asociación de la Memoria Histórica de Cataluña, reclamó el importe de los 183,20 euros del AVE Barcelona-Madrid, en clase turista. El Supremo lo remitió a Justicia, cuya Gerencia contestó que no procedía reintegrar ningún abono, “al no ser testigos propuestos por el Ministerio Fiscal”. El Supremo reprodujo la negativa sin más contemplaciones.
El abogado de Garzón, Gonzalo Martínez-Fresneda, escribió al exjuez —que, aunque absuelto de la causa por la investigación del franquismo, ya estaba expulsado de la carrera por las escuchas a los cabecillas de la trama Gürtel—, le pidió los 438 euros y se los giró a los testigos. Ambos, sin embargo, han devuelto las cantidades.
Manuel Perona le remitió una nota al abogado de Garzón: “Como usted comprenderá, ni moralmente ni éticamente puedo permitirlo, y permítame hacerle llegar mi profundo agradecimiento por el gesto realizado. Pero es en ese contexto moral y ético y del estricto cumplimiento de la justicia el que nos ha llevado a trabajar por nuestros desaparecidos. En España aún hay personas que creemos en el derecho a la verdad, a la reparación y a la justicia. No quiero alargarme más, pero sí decirle que ha sido un honor poder participar en ese proceso, estar a su lado que es, también, el nuestro”.
La anciana doña María también escribió a Garzón: “He recibido el importe de 300 euros del dinero por asistir como testigo al juicio del excelentísimo Sr. Baltasar Garzón, porque para nosotros sigue siendo una persona excelente, y seguirá siendo necesario en la causa contra el franquismo, que aún hoy nos niegan para exhumarlos”.
La anciana prosigue: “Pues acudiría a testificar tantas veces como hiciera falta, y nunca recibiría dinero que no fuera del Tribunal Supremo, que me fue quien me llamó. Aunque, ante todo, lo que quiero recibir de ese tribunal es la reparación que se me debe para recuperar los restos de mi madre, lo que de nuevo la jueza de Arenas de San Pedro ha vuelto a archivar (aunque ya se le tiene puesta denuncia por esto)”.
“Y que hágame el favor de hacerle llegar a D. Baltasar que mi casa está a su disposición y así como a la de usted mismo, de quienes estoy muy agradecida. Reciba un cordial saludo de esta anciana que no pierde el anhelo de juntar a mi madre con mi padre".
Seguimos con la reconquista desde el SUR.
Nunca recibiría dinero que no fuera del Supremo, que fue quien me llamó”
Dos testigos devuelven a Garzón el importe de sus desplazamientos al juicio
Justicia y el Supremo no quisieron abonarlos
María Martín, 81 años, al Supremo: " ¿Quieren que esperemos 75 años más?"
Han sido 438,20 euros, una cantidad irrisoria para el presupuesto en indemnizaciones y pagos en la Administración de Justicia, pero simbolizan mucho más. Son el símbolo del agradecimiento de unas víctimas que llevan décadas luchando contra la desidia del aparato judicial, que siguen intentando recuperar los restos de sus familiares asesinados durante el franquismo y a las que se les han cerrado todas las puertas para obtener una reparación. Acudieron a Madrid desde Barcelona y desde Buenaventura (Toledo) respondiendo a un llamamiento del Tribunal Supremo, que les citó como testigos de la defensa de Baltasar Garzón en el juicio por la investigación del franquismo, y reclamaron el importe de sus respectivos desplazamientos. Pero se les denegó. El abogado de Garzón pidió el importe al exjuez y este se hizo cargo de los 438,20 euros. Pero los testigos se lo han devuelto. “Nunca recibiría dinero que no fuera del Tribunal Supremo, que fue quien me llamó”, dice en una carta doña María, la anciana cuyo testimonio conmovió a los asistentes al proceso.
Enlutada y de pelo cano, María Martín, doña María, de 81 años, entró en el salón del juicio el pasado 1 de febrero empujando un andador. Con la voz ahogada y rota, evocó aquel 21 de septiembre de 1936 en que se llevaron a su madre desde Pedro Bernardo a Arenas de San Pedro, en la provincia de Ávila, “y la mataron por el camino”. Doña María describió el lugar donde ella “sabe” que está el cuerpo de su madre, en una fosa cerca de un puente que cruza un arroyo. Todas sus gestiones para recuperarlo han fracasado.
La anciana reclamó la cantidad de 300 euros porque tuvo que desplazarse en taxi al Tribunal Supremo, dada su imposibilidad física, dejando a su marido en casa con un principio de alzhéimer.
Manuel Perona, presidente de la Asociación de la Memoria Histórica de Cataluña, reclamó el importe de los 183,20 euros del AVE Barcelona-Madrid, en clase turista. El Supremo lo remitió a Justicia, cuya Gerencia contestó que no procedía reintegrar ningún abono, “al no ser testigos propuestos por el Ministerio Fiscal”. El Supremo reprodujo la negativa sin más contemplaciones.
El abogado de Garzón, Gonzalo Martínez-Fresneda, escribió al exjuez —que, aunque absuelto de la causa por la investigación del franquismo, ya estaba expulsado de la carrera por las escuchas a los cabecillas de la trama Gürtel—, le pidió los 438 euros y se los giró a los testigos. Ambos, sin embargo, han devuelto las cantidades.
Manuel Perona le remitió una nota al abogado de Garzón: “Como usted comprenderá, ni moralmente ni éticamente puedo permitirlo, y permítame hacerle llegar mi profundo agradecimiento por el gesto realizado. Pero es en ese contexto moral y ético y del estricto cumplimiento de la justicia el que nos ha llevado a trabajar por nuestros desaparecidos. En España aún hay personas que creemos en el derecho a la verdad, a la reparación y a la justicia. No quiero alargarme más, pero sí decirle que ha sido un honor poder participar en ese proceso, estar a su lado que es, también, el nuestro”.
La anciana doña María también escribió a Garzón: “He recibido el importe de 300 euros del dinero por asistir como testigo al juicio del excelentísimo Sr. Baltasar Garzón, porque para nosotros sigue siendo una persona excelente, y seguirá siendo necesario en la causa contra el franquismo, que aún hoy nos niegan para exhumarlos”.
La anciana prosigue: “Pues acudiría a testificar tantas veces como hiciera falta, y nunca recibiría dinero que no fuera del Tribunal Supremo, que me fue quien me llamó. Aunque, ante todo, lo que quiero recibir de ese tribunal es la reparación que se me debe para recuperar los restos de mi madre, lo que de nuevo la jueza de Arenas de San Pedro ha vuelto a archivar (aunque ya se le tiene puesta denuncia por esto)”.
“Y que hágame el favor de hacerle llegar a D. Baltasar que mi casa está a su disposición y así como a la de usted mismo, de quienes estoy muy agradecida. Reciba un cordial saludo de esta anciana que no pierde el anhelo de juntar a mi madre con mi padre".
Seguimos con la reconquista desde el SUR.