Hace tres o cuatro años tuve un accidente con mi choche. Parado en un semáforo vino una señora por detrás con un todo terreno y me dió un golpe tremendo que repercutió también en el que estaba delante mío que resultó con el chasis doblado. Como la señora no se avenía a buenas tuve que denunciar en el Juzgado por medio de mi Compañia. Celebrado éste, Su Señoría me preguntó porqué había reparado el coche en el servicio oficial y no en un taller cualquiera y con piezas de desguace, con lo que la reparación hubiese resultado más barata. También me dijo que podía haberlo tirado al desguace y haberme comprado otro de segunda mano con lo que costó la reparación Parece mentira pero así sucedió. Tuve que pagarme la reparación del coche; aso sí, me perdonó las costas. Me quedaba la opción de recurrir la sentencia; no recurrí por lo costoso del proceso y la incertidumbre de haber ganado el recurso. Tengo que aducir la clara ventaja que supuso el que la Compañia contraria fue defendida por un abogado con tablas mientras que la mía envío un pipiolo que no se había visto en otra; le tenía un miedo cerval al Juez. ¡Ojo con las Compañías de Seguros! Así me paso y a sí lo cuento. ¿Tengo razon para estar escamado de la Justicia?
No, yo tampoco creo en la justicia y mucho menos ahora que permiten a los terroristas gobernar (llámense "Bildu" o lo que sea).