El límite cada vez es más confuso. Seis
mineros en activo y un prejubilado fueron sacados ayer del vehículo en el que pretendían salir de las protestas mineras. Primero, los antidisturbios golpearon con la culata del cetme la
luna del conductor y, después, rompieron las dos ventanillas laterales derechas del vehículo. Sacaron a los mineros del interior —uno de ellos tuvo que ser atendido por una lesión en el brazo izquierdo padecida durante la actuación policial—, les identificaron y les maniataron con bridas. Así les tuvieron aproximadamente una hora, a la espera de ser trasladados a dependencias policiales. Pero antes fueron liberados gracias a sus compañeros, que entregaron a cambio las llaves de los camiones atravesados en la autopista. A este proceso la Subdelegación del
Gobierno lo llama «identificación» o, como mucho, «retención», nunca «detención». Un lío