La Poesía

En mi soledad escribo
Foto enviada por Ramsés



Estando tumbado debajo de una higuera esperando que me callera una breva, senti depronto un ruido conocido, y un perfume natural, que anuciaba tu llegada con tu amor tan natural, y eso fue el preludio de nuestra alianza matrimonial.
Nada tienes que ver con la poesía.
Una cosa es poesía y otra rosa,
aunque al nombrar los pétalos, las gentes
piensen que los poetas no andan lejos.
Mas no es verdad y sí que tras los pétalos
andan los muladares, los canteros,
los hortelanos, las fecundaciones,
tus manos indudablemente bellas,
que los recogen un momento, dudan,
y los entregan a las aguas mansas.
Muchos me dicen: ¿Y esa Rosa tuya
es de verdad? Yo les contesto
Rosa y verdad son sólo una.
Rosa es el nombre de lo eterno,
que ella, eterna, si pronunciara
no sería rosa.
Ni yo este corazón que vive de eso.
La dicha, qué es la dicha? (La palabra
no me hace feliz, dicho de paso). Yo diría
que es sencillamente ir contigo de la mano,
detenerse un momento porque un olor nos llama,
una luz nos recorre, algo que nos calienta
por dentro, que nos hace pensar que no es la vida,
la que nos lleva, sino que nosotros somos
la vida, que vivir es eso, sencillamente eso.
Hija de siempre de las cosas claras,
las estancias de luz, las aguas donde
la paz halla aposento, el tiempo tiene
no paso mas temblor. El temblor queda.
No te cumple lo torpe. Todo sale
seguro al existir. No hay esperanza
porque la dicha existe, la tenemos
sin desear ni desazón. Se mide
con hermosura todo. La hermosura
fue en el comienzo. Su fluir no cesa.
Esto es sólo deseo de ti, de tanta herida
diaria de ti como he sufrido, como sigo
sufriendo con sólo decir Rosa.
¿Por qué me dueles tanto? Tus ocasiones
no sé si vivo o muerto me tienen,
porque quererte es morir y vivir,
como se sabe a un tiempo.
DENTRO DE MI CORAZÓN
Te lo veo en la mirada, que por mí no sientes nada
Tu por mí no tengas pena, mira que el amor se acaba
Te lo he dicho una y mil veces, que conmigo no se juega
Vengo donde los metales, son más duros que las piedras.

ESTRIBILLO

Dentro de mi corazón hay una llama "encendía"
Para repartir amor tengo mucho todavía ... (ver texto completo)
Alguien me dice: Ten cuidado
con Rosa que la matas,
las rosas, no tocarlas mejor,
no se te quede el corazón sin Rosa.
Y se queda uno con la esperanza,
colgando de su delgado hilo
de tantas cosas colgando,
de tantas esperanzas deshaciéndose,
con tanto temor oculto,
con tantos olvidos como caben
en un instante, tantos olvidos
vividos y padecidos,
como para llenar una estrella.
Y esa mujer que llegó hoy con su misterio, ... (ver texto completo)
Como la flor de amapola
hoy radiante, mañana marchita.

Sueños con primaveras
siempre es tarde, nunca esperan.

En futuras mañanas de tragedia fría
colman tus manos brotes de orquídea.

Estrella
Divinamente dulce y bien plantada,
en el florero, en las habitaciones
como que tienes tierra en las honduras
del corazón cantor, de la honda pena
donde nacen las rosas de este mundo,
la angustia que estercola la belleza,
el temblor que te presta los colores,
el rozar a que pides suavidades
y la esperanza que te lleva aleve,
! ala sobre las cosas, tan sin peso, ... (ver texto completo)
El alma enamorada.

Te veo con el alma enamorada
Disfrutando con placer la poesía.
Mi deseo es moverte a la alegría
Para ver como ríe tu mirada.

¿Gozaste del amor equivocada
Por crearlo tu bendita fantasía?
En los ojos aquella melodía ... (ver texto completo)
A ti la siempre flor, la siempre viva
raíz, la siempre voz de mi desvelo;
a ti la siempre luz, el siempre cielo,
abierto a dura piedra y verde oliva.

A ti la siempre sangre fugitiva
de cuanto en ti no halló razón y celo;
a ti mi siempre verso, el siempre vuelo
del torpe corazón y ala cautiva.

A ti mis pensamientos aguardando
antes de amanecer a que amanezca,
para montar su guardia a memoria;

a ti mis dulces sueños entornando
puertas al alba porque no amanezca,
y se pierda en la luz tu tierna historia ... (ver texto completo)
Allí pasa la gente indiferente,
aquellos que llaman a sus almas propias,
allí por el camino donde vago
como un solitario y ocioso espíritu.

Ah, pasando la rompiente de las olas,
en mares que no puedo abarcar
con mi alma, mi corazón, y mis sentidos,
el mundo infinito es ahogado.
... (ver texto completo)
Como la flor de amapola
hoy radiante, mañana marchita.

Sueños con primaveras
siempre es tarde, nunca esperan.

En futuras mañanas de tragedia fría
colman tus manos brotes de orquídea.

Estrella
Hola buenas noches:
Me alegro mucho de poder leer otra vez sus poemas y poesías, lo he echado de menos, como también a Mundo. Pues hace días que no la veo por estos lares. Espero que todo le vaya bien.
Un saludo afectuoso.
Una vez me dijo que volviera, sus deseos son ordenes para mi, mi bella dama.
Allí pasa la gente indiferente,
aquellos que llaman a sus almas propias,
allí por el camino donde vago
como un solitario y ocioso espíritu.

Ah, pasando la rompiente de las olas,
en mares que no puedo abarcar
con mi alma, mi corazón, y mis sentidos,
el mundo infinito es ahogado.

Su locura no tiene cuerpo,
debajo del azul del día,
que brinda al hombre y la mujer
el dulce exilio de sus espíritus.

Allí, las flores no lo consuelan;
del este al oeste de la tierra,
yace perdido eternamente
el corazón fuera de su pecho.

Aquí, por el laborioso sendero,
con las manos vacías camino:
Hasta que en la mañana trágica
vea los despojos de mi propia esperanza. ... (ver texto completo)
Era tan solo una niña
de 15 años nada más.
El le regalo una rosa.
Ella comenzó a soñar.
El le dijo tantas cosas
que la hizo enamorar.
Pero un día sus palabras
no las pudo escuchar más;
y de ese día entonces
alguien la escucho llorar.
Era tan solo una niña
a quien quiso enamorar.
A él le sobraba experiencia.
A ella le faltaba edad.
Ella lloro por un sueño
comprendiendo al despertar
Para todo hay un tiempo
y hay que saber esperar. ... (ver texto completo)
Ligeras cruzan las edades, hay quien las cuenta en días,
y a través de su lluvia y su ceniza
cada vez más difícil resulta el resistirse
al perezoso vivir animal de la costumbre.
No sé por qué los versos que ahora escribo
parecen versos clásicos, y total para decir
que si después de tanto tiempo aún hoy
aprieto tu recuerdo entiendo que
estoy condenado
a naufragar todos los días ... (ver texto completo)