MI PRIMER CAMINO
Era un día de septiembre,
llegamos a Roncesvalles,
como lloraban las nubes
mojadas están sus calles.
Iba con mucha ilusión
era mi primer camino,
el albergue estaba lleno
con más de cien peregrinos
Mi acreditación decía
que yo era una de ellos.
! Con que ilusión madre mía
cuando tuve el primer sello!.
También estaba asustada,
aquello me impresionó
el ver tantas camas juntas
en un mismo barracón.
Quise cubrir con toallas
un lado de la litera
para ponerme el pijama
y sin que nadie me viera.
“Aquello era imposible”
y yo lo pasé muy mal,
mi acompañante me dijo.
! Que nadie te va a mirar!
No dormí en toda la noche
estaba un poco asustada,
pues hacían mucho ruido
porque la gente roncaba.
No todo el mundo por cierto
pero si una mayoría,
y yo estaba deseando
que pronto fuera de día.
Salimos muy tempranito
con otros dos peregrinos,
cada uno con su linterna
para iluminar el camino.
Íbamos pisando charcos
sin poderlos evitar,
ni la luz de las linternas
los podía iluminar.
Hoy al repasar las fotos
no lo he podido evitar,
el compartir con ustedes
mi experiencia personal.
Pa. Sa. Ma. ... (ver texto completo)
Era un día de septiembre,
llegamos a Roncesvalles,
como lloraban las nubes
mojadas están sus calles.
Iba con mucha ilusión
era mi primer camino,
el albergue estaba lleno
con más de cien peregrinos
Mi acreditación decía
que yo era una de ellos.
! Con que ilusión madre mía
cuando tuve el primer sello!.
También estaba asustada,
aquello me impresionó
el ver tantas camas juntas
en un mismo barracón.
Quise cubrir con toallas
un lado de la litera
para ponerme el pijama
y sin que nadie me viera.
“Aquello era imposible”
y yo lo pasé muy mal,
mi acompañante me dijo.
! Que nadie te va a mirar!
No dormí en toda la noche
estaba un poco asustada,
pues hacían mucho ruido
porque la gente roncaba.
No todo el mundo por cierto
pero si una mayoría,
y yo estaba deseando
que pronto fuera de día.
Salimos muy tempranito
con otros dos peregrinos,
cada uno con su linterna
para iluminar el camino.
Íbamos pisando charcos
sin poderlos evitar,
ni la luz de las linternas
los podía iluminar.
Hoy al repasar las fotos
no lo he podido evitar,
el compartir con ustedes
mi experiencia personal.
Pa. Sa. Ma. ... (ver texto completo)