En estos días pierde forma tu presencia
se equivocan los recuerdos con la pena.
El nudo en la garganta,
no saberte tras la puerta,
tu ausencia.
Estás tan cerca en esta lejanía,
estuviste aquí toda la vida
sin saber qué parte de ti fue verdad
y qué parte de ti fue mentira,
y hoy ya ves qué tiranía.
Siempre me gustó
leer en tus ojos
para preguntarme dónde comienzas
y dónde terminas.
Quizá tú no recuerdes como yo
Aquellas tardes perdidas.
Van para ti estas letras
que no se atreven ni te dan aviso
se pierden por algún rincón
anónimas como yo,
sin firma, ni permiso.