Cada día mi amor ha ido creciendo
enriquecido en tanta confianza.
Si clausuró su cuenta la esperanza,
más de lo prometido va cumpliendo.
La juventud se fue desvaneciendo
y no el amor que día a día avanza
hacia más perfección y más la alcanza
cuando en el corazón va atardeciendo.
Hay un triste placer, una hermosura
que sosiega el vivir y lo engrandece
viendo el tiempo en el rostro de la amada,
cada arruga tornándola más pura,
más bella en la medida que envejece,
más amorosamente codiciada.