La mirada detrás del cristal
ese gesto que atacó como un puñal
esa postura indiferente
y los sueños algo insolentes.
Y con todo ello te vas
y me quedo casi sin poder respirar
Observando,
soñando con lo imposible,
detrás de aquel impávido cristal
Adiós...
ve corriendo por ahí
con tu sonrisa escondida
con tu mirada perdida
Llena tus maletas en cada lugar,
que aquí alguien te sabrá esperar...