Sé que ella tiene dueño,
pero nunca bajaré los brazos por tenerla.
Pelearé contra el mundo por su amor,
esperaré a la próxima vida si lo tengo que hacer,
daré todo mi dinero si así se debe.
Pero no podré soportar jamás verla con aquel.
Hoy quiero guardar su figura y su mirar,
seguir escuchando su voz,
y si algún día,
el sol y la
luna nos ve de la mano o abrazados,
ese será el día en que todo el mundo se callará,
y el único sonido que voy a escuchar,
será el de sus labios al
hablar con amor