A veces mi mente se queda en blanco.
Y la nieve remeda su color. Como costumbre asociada.
Sabiendo lo que siento aquí en el fondo al tiritar. Solo. Sin tu causal entrega.
El lago cimbra con su látigo natural la esencia.
Agua en composición
bajo el vaivén de sus gélidas olas
descomponiendo la costumbre de verte anónima.
A veces mi mente vacila al hecho
como el método lo hace a toda hora en
invierno,
sin mejorar la estadía del quejumbroso ritmo.
Algún día me iré sin reclamar espontáneamente;
pero el dolor asociado se distingue sin demandas
a pecho abierto.
... Siempre te extraño. Es algo que llevo
a pecho callado. Gritándolo siempre en este interior que se disipa de algún modo.
En mis letras indiferentes...
A veces mi mente se queda en blanco. Pensándote. Sin remedar a nadie.
Siempre. Y solo veo caer la nieve. Solo.