LUCÍA
De triste sufrimiento
está su vida llena,
su alegría se la ha llevado el viento.
Esa dicha que antaño fue tan plena,
convirtióse en un río
de lágrimas, lamentos y reproches
rayando en el hastío.
Celos tuvo de esa
luna tan llena
que reinó por tres noches.
Celos tuvo del sol de mediodía
que en vez de dar sosiego
en el cenit del día,
cremaba con su fuego
los sueños de Lucía.
Su delicado gesto
de bella y tierna risa permanente,
tan sólo fue el pretexto
de caer lentamente en el olvido.
Los sueños de Lucía
de su vida se han ido.