CORREGIDO Y AUMENTADO:
¡Qué bellos son los colores
de mi manta zamorana!.
Esmeralda cual la hierba
de las orillas del Duero
y el rojo color cereza.
El tostado de la tierra
recuerda el atardecer,
y el negro es como la noche
tan oscura y sin estrellas.
Mirad sí sería bella,
que la eligió Campoamor,
y con élla cobijó
los pies de la hermosa dama
que le robó el corazón.
Viajaba en tren expreso
la belleza parisina,
y el romántico galante
la cuidó como a una diva.
¡Nunca pudo imaginar
la pérfida mala suerte
que el destino solapado
y por cómplice la muerte,
le esperaba en la frontera!.
Mas la manta zamorana,
aún guardaba en sus colores
el perfume de la bella.
Si me hacen quitar la
foto, la quito; no passa res.