Como el barro,
quiero ser en tus manos como el barro,
que moldees mis formas
y libando del barro los aromas
penetres en mi mente.
Tan dócil como el barro:
Amorosa, callada, sugerente
en el taller de tu armonía
moldeando mi alma.
Sabiéndome la dueña de tu calma,
de tu paciente paz,
del silencio, de la brisa, de la espera.
Rojo barro quisiera
entre tus dedos ser.