QUE NO ME LLAME ROSITA, La Poesía

QUE NO ME LLAME ROSITA
Voy a perder el sentido
Si yo no lo vuelvo a ver,
Pues quiero que todos sepan
Que muero por su querer.

Vendito el día y la hora
En que yo lo he “conocío”
Y sus ojitos gitanos
Se clavaron en los míos.

Esos ojos que acarician
Con dulzura y con ardor,
Y en los míos se reflejan
Pues me miran con amor.

En la fuente, el avellano,
Yo bebí la agüita clara,
ahora la bebo en sus labios
que es la que la sed me calma.

Virgencita de mi alma,
Por tu hijo te lo pido,
que no me llame, Rosita,
que a mí me gusta Rocío.

es el nombre de la Virgen
de las marismas y el río,
es, nuestra blanca paloma,
donde van los peregrinos.

y a mí me gusta caminar,
por esos bellos caminos,
cogidita de su mano
en esas noches de frío.
Pa. Sa. Ma.