PASEANDO POR LA PLAYA
Una tarde de
verano
por la orilla de la mar,
yo paseaba descalza
dejándome acariciar.
Por las tranquilas olas
que llegaban a mis pies,
y suave me besaban
alejándose después.
Era la tarde tranquila
ya no calentaba el sol,
una brisa levantina
suavizaba aquel calor.
Yo recogía conchitas
para formar un collar,
escogí las más bonitas
las que relucían más
¡De pronto vino una ola
y me las arrebató!
me quedé desconcertada
y sin saber la razón.
Parece que no quería
que el tesoro me llevase
quiere que adornen la playa
con sus brillos y contraste.
Así, que lo respeté
dejándolas en su playa,
para que alegren la vista
a todos los que allí vayan.
Pa. Sa. Ma.