UN VIEJO AMOR
Aquel amor que de niña
en mi pecho floreció,
como una rosa de
invierno
un día se deshojó.
Han pasado algunos años
la vida nos separó,
cada uno por su lado
conocimos otro amor.
Hoy volvimos a encontrarnos
y fue por casualidad,
pero nuestros corazones
volvieron a recordar.
Creí que lo había olvidado
hoy sé que me equivoqué,
pues al pasar por su lado
sentí lo mismo que él.
Bastó el roce de su mano
que al pasar me saludó,
para sentir en mi pecho
el fuego de aquel amor.
Debí haberlo amado mucho,
porque el fuego revivió
del calor de las cenizas,
¡Ni un soplo necesitó!
Pa. Sa. Ma.