LA VIDA ES DURA A VECES

Como un cirio que se apaga
cuando el vendaval lo azota,
igual que un pájaro herido
que tiene las alas rotas.

Que cuando intenta volar
ve que no puede lograrlo,
y a pesar de los pesares
quiere volver a intentarlo.

Sin retroceder jamás
y con los pies en el suelo,
mirando sus alas rotas
sueña con volar al cielo.

Piensa que se curará
que todo será pasajero,
y con esperanza firme
vuelve a intentarlo de nuevo.

Esa gran tenacidad
es el motor de su vida,
nada la podrá parar
si se muestra decidida.

Amanecerá otro día
con el sol resplandeciente,
y con esperanzas nuevas
todo será diferente.

Sus heridas curarán
y podrá volar de nuevo,
se olvidará del dolor
y solo será un recuerdo.
Pa. Sa. Ma.