Palpo el rocío de las flores
temprano, de mañana
y aspiro el olor de la mojada tierra
que me lleva al pasado,
a vivir mil nostalgias.
No hay color como el verde de estos trigos.
Roderas en camino
de carretas de ilusiones llenas.
Plena de bellos recuerdos nuestra infancia:
El calor del hogar, a la llama el pan tostado,
y dos pueblos chiquitos
con campiña de almendros y de vides.
Cuando te vuelva a ver,
estarás ya vestido de amapolas,
granadas las espigas,
que al viento semejarán al mar
olas verdes, tranquilas
como el espacio eterno e infinito.