No me importa que la mar esté iracunda, La Poesía
No me importa que la mar esté iracunda
ni me importa que la bruma oculte el sol,
que de amantes la tierra esté vacía...
¡Nadie mata el amor!
Mientras brillen esos ojos tras las lágrimas
después de la pasión,
mientras tu boca se funda con mi boca,
¡Nadie mata el amor!.
Mientras que en una tarde calurosa
la cigarra cante al son
mientras que de la rosa libe su perfume
¡Nadie mata el amor!.
Mientras que la sonrisa de mi madre
me alegre el alma y avive el corazón
mientras tú de susurros me enamores
¡Nadie mata el amor!.
Mientras que me cobijes en tu pecho
cuando imploro perdón,
mientras que con tus versos me emociones,
¡Nadie mata el amor!.