Playa quisiera ser, playa dorada,
besada por mareas y por viento
hasta quedarme exhausta, sin aliento
bajo el azul sin par de tu mirada.
Playa quisiera ser, playa bañada
de arena y sal en sabio movimiento,
de luz, de sol que ponen el acento
colorista de la tarde rosada.
Pero no tengas celos, amor mío,
que la mar es voluble y traicionera,
inestable, crüel*, embrujadora;
Tú eres rey de bondad y señorío,
tú me amarás hasta la edad postrera.
Perdona por
jugar a seductora.
*Diéresis.
Intentando imitar a ÁNGEL GONZÁLEZ. INTENTO PONER EN ESTE SONETO UN PEQUEÑO RASGO DE IRONÍA ANTE LOS COMENTARIOS DE UN MARIDO QUE SE QUEJA PORQUE SU
MUJER NO LE HACE CASO; SE PASA EL DÍA EN LA PLAYA.