EL HADA DE MI NIÑO, La Poesía

EL HADA DE MI NIÑO

CUANDO te sientas solo,
mi niño, ten presente
la mágica aureola
del hada de la nieve.

Su velo sobre pétalos
de rosa te protegen,
te acoge y de la sombra
como estrella de fuentes.

Cuando te sientas solo,
la ventana estremece
el cristal del invierno
con aliento sin dientes,

cuando la niebla o nube
sobre los muros vence
la soledad traidora
que desnuda su albergue,

su lecho de amapolas,
sus pétalos de leche
que tibios visten velo
entre nieve a la nieve.

Cuando te sientas solo,
la luz muestra el juguete
de querubes furtivos
que juegan con la suerte.

Mi niño en su palacio
de algodón transparente,
canicas y cristales
cuenta por capiteles,

y un cervatillo inquieto
sobre el lomo sostiene
las jambas y el dintel
de vidrio y cascabeles.

Bajo monte de pájaros
la imagen de la nieve.
Aleja. Lejos. Deja.
Deja que ella te bese,

y que ponga su magia
tu mejilla caliente,
que tenga de tus labios
el clavel, y en tus sienes,

mi niño, dos guirnaldas
con la luz de las fuentes,
con aroma de mirtos
y colores de peces.

El Hemisferio Infinito (FRANCISCO ACUYO DONAIRE)

Emocionante y enternecedor romancillo en heptasílabos y rima e-e. Romancillo lleno de figuras retóricas que lo convierten en una obra maestra. Al hada le dan a uno ganas de llevársela a casa, un hada protectora llena de belleza sobre la vida de ese niño. Una pasada de romancillo.