Goyerri en abril.
Bajaban turbias las aguas del ORIA
y la bruma ocultando el Txindoki
me hablaba de ti.
Desde mi refugio tan sólo veía la cumbre
cuajada de nieve de abril.
Hubo un tiempo que mi despertar fue mirar el paisaje,
más tarde el paisaje ya fueron tus ojos.
Y a lo lejos silbidos de un tren,
melodías del Txistu,
humo de papel.
La maleta tan llena de
libros
subía pendientes de amor y yo te esperaba
igual que Penélope.
¿Recuerdas las tardes de cine?
Recuerdo los versos de amor.
Las playas de FUENTERRABÍA,
Hondarribia, hoy.
Cruzamos frontera, saltamos el puente
en pos de la luz,
de la luz de la libertad, lejos de miradas
que matan pasiones. Y siempre volvimos
al lugar de las aguas marrones.
Poema emulando el estilo de Martha Asunción Alonso.