A mi pueblo...

A mi pueblo
¿Cómo podría yo, desde este viento,
alzar mi voz sin encontrarme herido?
Quién ha sido, pregunto, quién ha sido
el que me dejó mudo y sin aliento?
No olvides decir los nombres de Dios
si vas por los caminos del Sur.
Volveré a mi pueblo por aquel camino
sembrado de ayeres, aromas y sudor,
buscaré en los cerros y en los sembrados
los viejos olores que el tiempo dejó.
Anónimo