Estimados amigos foreros: Me gustaría, pero mucho,...

Estimados amigos foreros: Me gustaría, pero mucho, enviarles alguno de mis poemas para que los juzgaran; pero ocurre que cultivo una especie poética algo exótica, lo que supone que antes de leerlos, hace falta “explicarlos” un poco. Mala cosa es Empezar pidiendo un juicio y poniendo condiciones previas para el mismo, suena, por lo menos, pedante El género al que aludo es el haiku, una tipica poesia japonesa, ocasionalmente cultivada en nuestro idioma por Jorge Luis Borges, Octavio Paz, Mario Benedetti y otros, con distinta suerte. El haiku presenta pocas dificultades técnicas. Se trata de componerlo con tres estrofas, de cinco, siete y cinco silabas, cada una, sin titulo ni rima. La única dificutad aparente es encontrar algo para decir en tan breve espacio. Efectivamente, el qué es más dificil que el como. El haiku esta basado en la concepcion budista zen de la vida, por lo tanto su mirada sobre las cosas debe ser la de un niño, quiero decir que los grandes temas de la Poesia occidental (el erotismo, las consideraciones filosóficas etc). deben ser soslayados en lo posible. Solo el aqui y el ahora, cuentan. Ex como una fotografia instantánea de la realidad antes que un cuadro al óleo de la misma. Valga la figura, un tantito rupestre. Lo que no debe estar ausente en este tipo de poemas es la Naturaleza. Por supuesto, estas reglas tienen excepciones. Por ejemplo, uno los más hermosos haikus dice, en japonés el que, previo paso por el mero ingles, resulta asi: “EL LADRON OLVIDO LA LUNA EN LA VENTANA"equivalente a una apología de la vida vivida sin preocupaciones materiales o puestas estas en el exacto lugar que les corresponde lo que nos remite el titulo se Somerset Maugham “La luna y seis peniques”. Pero el británico necesitó toda una novela para hacerlo inteligible Al japonés le bastaron las tres estrofas canónicas. Va otro ejemplo, en ete caso una auto-cita, ya que se trata de un viejo poema que tramé hace muchos años intentando "explicar" un paisaje post-lluvia en la calle Guatemala, en el barrio de Palermo, famoso entre otras cosas por sus calles profusamente arboladas. Se titulaba, con una economia imaginativa digna de mejor causa:”Tardenoche en la calle Guatemala despues de un largo dia lluvioso”y decía, si mal no recuerdo
:“Amarilla se ha puesto la tarde
/ mientras que arboles locos
/con la cabeza llena de pájaros cantores
/ se alejan, calle abajo, hablando solos
/ y
una
luna
inecisa
que no sabe bien
si es hora
de irse
o de quedarse
merodea por un cielo de hojalata
Es
Como en un colach
De Antonio Berni…
(Y etcétera, el poema –o lo que sea-sigue por varias estrofas mas, todas igualmente insufribles.”Tanto gregré para decir Gregorio”, como decía el tartamudo Antúnez en mi pueblo. Muchos años despues, intenté otra vez la descricpión de un paisje, luego de la lluvia. Me salió este haiku:
“Después
de la lluvia
Los árboles recuerdan:
Llueve otra vez”

La alusión a las gotas que siguen "lloviendo" desde la ramas mojadas, creo yo que trasnmiten las miSma idea del larguísimo poema anterior, pero en forma más adeCuada. ¿Ustedes que cren? BALDER