¡A Jesús Nazareno!
Cuando activo y despierto estoy
no te encuentro –Nazareno-
¿Quién se acuerda de ti, sino en
Semana Santa, cuando a fiesta toca
hacer de lo Santo risa en estos tiempos?
-Nazareno-
De Luzbel, es el dorado brillo
que impide contemplar tu rostro
cuando del mundo el ruido, es el señor
y el lujo y la lujuria su imperio.
-Nazareno-
Alguien que no eres tú
ocupa tu sillón de Juez y legislador
en el mundo. También en España
traición y duelo.
-Nazareno-
Eres para muchos, hoy, una estatua,
un pasado, una estrella de nacimiento.
-Nazareno-
Cuando activo y despierto estoy
no te encuentro, mas es porque no te busco.
cuando sordo, te oigo, cuando ciego, te veo,
cuando hambriento, siento de Ti tu aliento
y de fragancia llenas mi ser cuando
pasas ante mí: sordo, hambriento, ciego
-Nazareno-
Es tu espíritu que al mío llega, cuando…
atado al madero te cobras mi alma y
la llevas al cielo.
-Nazareno-
¡Qué amargo dolor es, para el justo, soportar a la bestia en su cetro impío de la inmunda injusticia como si fuera bueno.
-Nazareno-
¡Señor, ven pronto y Reina! Te esperamos con ansia y celo.
-Nazareno-
Cuando activo y despierto estoy
no te encuentro –Nazareno-
¿Quién se acuerda de ti, sino en
Semana Santa, cuando a fiesta toca
hacer de lo Santo risa en estos tiempos?
-Nazareno-
De Luzbel, es el dorado brillo
que impide contemplar tu rostro
cuando del mundo el ruido, es el señor
y el lujo y la lujuria su imperio.
-Nazareno-
Alguien que no eres tú
ocupa tu sillón de Juez y legislador
en el mundo. También en España
traición y duelo.
-Nazareno-
Eres para muchos, hoy, una estatua,
un pasado, una estrella de nacimiento.
-Nazareno-
Cuando activo y despierto estoy
no te encuentro, mas es porque no te busco.
cuando sordo, te oigo, cuando ciego, te veo,
cuando hambriento, siento de Ti tu aliento
y de fragancia llenas mi ser cuando
pasas ante mí: sordo, hambriento, ciego
-Nazareno-
Es tu espíritu que al mío llega, cuando…
atado al madero te cobras mi alma y
la llevas al cielo.
-Nazareno-
¡Qué amargo dolor es, para el justo, soportar a la bestia en su cetro impío de la inmunda injusticia como si fuera bueno.
-Nazareno-
¡Señor, ven pronto y Reina! Te esperamos con ansia y celo.
-Nazareno-