Que tal estas, peregrina, como llevas el día, supongo...

¿Qué me quedará de quererte así?
Si sé que tú jamás me querrás a mí,
¿Qué me quedará de este gran amor?
Si ya, hasta tengo roto el corazón.
Pa. Sa. Ma.

Que tal estas, peregrina, como llevas el día, supongo que bien.
Saludos.