Déjame que te busque.
Déjame que llore buscándote
como si lleváramos siglos
separados de nosotros.
Cuando dibujes mi ausencia
pon un crespón azul
en mi pensamiento
y explícale al olvido
las razones que tuviste para amarme.
Dile también a tus labios
que no vibren con mi recuerdo,
que se ausenten de mí
en las noches de pasión,
porque vendrá una nueva primavera
que será verde y azul en nuestra distancia.
Pero no llores, dolor, amor:
no llores y olvida,
y enciende una llama que perdure,
que florezca, que abrace y se eternice.
No acaba nuestro misterio,
eterno y nuestro,
con un beso de esperanza en la memoria.
Déjame que llore buscándote
como si lleváramos siglos
separados de nosotros.
Cuando dibujes mi ausencia
pon un crespón azul
en mi pensamiento
y explícale al olvido
las razones que tuviste para amarme.
Dile también a tus labios
que no vibren con mi recuerdo,
que se ausenten de mí
en las noches de pasión,
porque vendrá una nueva primavera
que será verde y azul en nuestra distancia.
Pero no llores, dolor, amor:
no llores y olvida,
y enciende una llama que perdure,
que florezca, que abrace y se eternice.
No acaba nuestro misterio,
eterno y nuestro,
con un beso de esperanza en la memoria.