Ven, compañera de mi dulce vida,
ven y reclina en mi hombro tu cabeza,
que al celebrar la dicha conseguida
mi alma se extasía en tu belleza.
Cuántas horas de dicha y de ventura
me dio tu amor con cariñoso anhelo!
con los rayos de luz de tu ternura
alumbraste las noches de mi cielo!
Ven, que tu linda cabellera de oro
con su brillo de sol envuelva mi hombro;
Y embriagarme de amor con el tesoro
de esta dicha inmortal de que me asombro!
Te di mi corazón, te di mi alma
y en cambio tu alma me entregaste entera;
y hoy alcanzamos la apacible calma
que da el amor y la amistad sincera.
Ven, compañera de mi dulce vida,
ven y reclina en mi hombro tu cabeza;
mi amor, siempre constante, nunca olvida
que jamás se marchita tu belleza.
Solo quisiera que mi buena suerte
de ese amor en el último embeleso
me permitiera que al llegar la muerte
mi postrimer suspiro fuera un beso.
ven y reclina en mi hombro tu cabeza,
que al celebrar la dicha conseguida
mi alma se extasía en tu belleza.
Cuántas horas de dicha y de ventura
me dio tu amor con cariñoso anhelo!
con los rayos de luz de tu ternura
alumbraste las noches de mi cielo!
Ven, que tu linda cabellera de oro
con su brillo de sol envuelva mi hombro;
Y embriagarme de amor con el tesoro
de esta dicha inmortal de que me asombro!
Te di mi corazón, te di mi alma
y en cambio tu alma me entregaste entera;
y hoy alcanzamos la apacible calma
que da el amor y la amistad sincera.
Ven, compañera de mi dulce vida,
ven y reclina en mi hombro tu cabeza;
mi amor, siempre constante, nunca olvida
que jamás se marchita tu belleza.
Solo quisiera que mi buena suerte
de ese amor en el último embeleso
me permitiera que al llegar la muerte
mi postrimer suspiro fuera un beso.