La estrella vespertina, fatalmente risueña,
suspira ensimismada tras el mito solar,
ungiendo, mariposa, la traslúcida huella
con grito de cristales y pupila de sal,
Cuando, rumbo al helado sepulcro de las olas,
la sangre iluminada tiña celajes, ella
salpicará el tocado de las nubes piadosas
al deshacerse en lirios como una Magdalena.
suspira ensimismada tras el mito solar,
ungiendo, mariposa, la traslúcida huella
con grito de cristales y pupila de sal,
Cuando, rumbo al helado sepulcro de las olas,
la sangre iluminada tiña celajes, ella
salpicará el tocado de las nubes piadosas
al deshacerse en lirios como una Magdalena.