Desesperado sufro
el transcurrir del tiempo
y tu distante retorno,
contando las horas
espero impaciente
el maravilloso instante de tu regreso,
tremulante anhelo
el momento en que he de escuchar
de tus labios carmesíes:
“Aquí estoy, tu espera terminó”,
desesperado aguardo
la vuelta a tus brazos
y la posibilidad de beber, nuevamente,
el néctar de tu cáliz precioso,
miel extasiante con la que habré de recuperar
la felicidad perdida.
el transcurrir del tiempo
y tu distante retorno,
contando las horas
espero impaciente
el maravilloso instante de tu regreso,
tremulante anhelo
el momento en que he de escuchar
de tus labios carmesíes:
“Aquí estoy, tu espera terminó”,
desesperado aguardo
la vuelta a tus brazos
y la posibilidad de beber, nuevamente,
el néctar de tu cáliz precioso,
miel extasiante con la que habré de recuperar
la felicidad perdida.