Como se encargó de recordarnos Google, el día 5 fue el aniversario del nacimiento del gran Federico. En su honor y recordando su "Romancero gitano", guardando las abismales distancias, escribí este romance:
Tu pelo de rizos, negro,
que acariciaba tu espalda;
tus ojos como carbones
fijando en mí su mirada:
tu bello cuerpo sinuoso
movido con la elegancia
de la que tú haces alarde
con un contoneo que encanta,
relampaguearon mi ser,
y una sensación extraña
recorrió todo mi cuerpo,
dejó prisionera mi alma.
Desde entonces ya no vivo;
vencido por la nostalgia
cuento mil horas despierto
del anochecer al alba,
y cuando me vence el sueño
te sigo viendo rodeada
de doncellas que te sirven,
de juglares que te cantan.
Así es mi vida sin ti,
cautivo, sin esperanza
porque te debes a otro,
que te respeta, que te ama.
Plazalagua.
Tu pelo de rizos, negro,
que acariciaba tu espalda;
tus ojos como carbones
fijando en mí su mirada:
tu bello cuerpo sinuoso
movido con la elegancia
de la que tú haces alarde
con un contoneo que encanta,
relampaguearon mi ser,
y una sensación extraña
recorrió todo mi cuerpo,
dejó prisionera mi alma.
Desde entonces ya no vivo;
vencido por la nostalgia
cuento mil horas despierto
del anochecer al alba,
y cuando me vence el sueño
te sigo viendo rodeada
de doncellas que te sirven,
de juglares que te cantan.
Así es mi vida sin ti,
cautivo, sin esperanza
porque te debes a otro,
que te respeta, que te ama.
Plazalagua.