Bueno, no es para tirar cohetes; el tema es muy duro....

En tu corta historia, un triste pasaje:
Vida sin vivir, gemido silente.
De tu corazón, el latido urgente
herido de muerte y ningún mensaje.

Huiste del mundo con pobre bagaje
solitaria paz, con mirada ausente,
decisión fatal que nubló tu mente:
¿Decisión valiente ó cobarde ultraje?

Herencia de nada, herencia de penas;
quizás mi poema lleve algún reproche
y esas pupilas de tu madre llenas

de perlas de agua, sin sueño en la noche.
Tus memorias vivo y todas son buenas:
Amigo leal, de amistad derroche.

Bueno, no es para tirar cohetes; el tema es muy duro. Javier, el amigo de la infancia de mis hijos se disparó con su arma reglamentaria una silenciosa noche de luna menguante. Murió en soledad sin apenas haber comenzado a vivir la vida. Se fue con un triste equipaje de penas y olvido. Dicen que penas de amor; probablemente a esta edad estas penas marquen mucho.

Aquí ha dejado muchas personas que lo llorarán, pero sobre todo los ojos de su madre cansados de tantas lágrimas no volverán a brillar.