Bueno chicos: soy de los que cumplen las promesas; otros las dejan de lado. No os moféis, esto ya lo hacen otros en asuntos serios. Reconozco que no me ha salido de carrerilla,, que el día primaveral me ha ayudado, y que siendo como he sido autodidacta, en el oficio que me procuró el pan, en esto de sonetos, entiendo muy poco; si puedo aseguraros que los vuestros me arrastran. Veamos que se le ocurre a este aprendiz:
CIELO DE AYER.
Hacia el cielo de ayer, hoy muy vacío
voy de mis ojos escapados cielo arriba.
Hay nieve en la sierra. Escarcha fría,
yo y mi soledad desangrando de frío.
Me arrebujo en este invierno tardío
y de ella nada. Por la senda herida
camino entre unas pocas flores ateridas
roto en mi ansiedad, también herido.
Muy frío besa el viento los almendros.
La pradera es todos soledad callada
no invita a gozar de antiguas alegrías.
El tiempo se ha teñido de largo silencio
a mucho llorar recordando que amaba
en su todo de un ayer que amo todavía.
libertad.
CIELO DE AYER.
Hacia el cielo de ayer, hoy muy vacío
voy de mis ojos escapados cielo arriba.
Hay nieve en la sierra. Escarcha fría,
yo y mi soledad desangrando de frío.
Me arrebujo en este invierno tardío
y de ella nada. Por la senda herida
camino entre unas pocas flores ateridas
roto en mi ansiedad, también herido.
Muy frío besa el viento los almendros.
La pradera es todos soledad callada
no invita a gozar de antiguas alegrías.
El tiempo se ha teñido de largo silencio
a mucho llorar recordando que amaba
en su todo de un ayer que amo todavía.
libertad.