DÉCIMAS ESPINELAS
HABLA LA NOVIA
Salió el sol por el oriente
tiñendo las aguas de oro,
el pedregal donde moro
hoy parece diferente.
En el puerto hay mucha gente,
las aguas llenas de flores;
un paraíso de olores.
porque me voy a casar
Vestida de tul y azahar,
entre jazmines y amores.
Ya el mar es azul turquesa,
sopla el viento de Levante
que con el mejor talante
mi rostro acaricia y besa.
Y vestida de princesa,
he abrazado al marinero
que un atardecer de Enero
me juró un amor de cuento,
y prometió sin aliento
me lograría un lucero.
Noemí.
HABLA LA NOVIA
Salió el sol por el oriente
tiñendo las aguas de oro,
el pedregal donde moro
hoy parece diferente.
En el puerto hay mucha gente,
las aguas llenas de flores;
un paraíso de olores.
porque me voy a casar
Vestida de tul y azahar,
entre jazmines y amores.
Ya el mar es azul turquesa,
sopla el viento de Levante
que con el mejor talante
mi rostro acaricia y besa.
Y vestida de princesa,
he abrazado al marinero
que un atardecer de Enero
me juró un amor de cuento,
y prometió sin aliento
me lograría un lucero.
Noemí.
DÉCIMAS ESPINELAS
HABLA EL NOVIO:
La mañana se desgrana
entre saludos y besos,
preso de unos labios gruesos
y de la flor más galana.
La bruma en hora temprana
me recuerdan travesías,
de aventuras, correrías,
los amoríos de loco,
que me aportaron tan poco,
y que recuerdo estos días.
Con el barco engalanado
pongo rumbo hacia Oropesa,
con mi vela zelandesa
y el corazón bienhadado,
de buena suerte blindado.
La Virgen de la Paciencia,
me recibió con clemencia
en su cámara de Alcora,
casi mis pecados llora,
mas demostró su indulgencia.
Noemí.
HABLA EL NOVIO:
La mañana se desgrana
entre saludos y besos,
preso de unos labios gruesos
y de la flor más galana.
La bruma en hora temprana
me recuerdan travesías,
de aventuras, correrías,
los amoríos de loco,
que me aportaron tan poco,
y que recuerdo estos días.
Con el barco engalanado
pongo rumbo hacia Oropesa,
con mi vela zelandesa
y el corazón bienhadado,
de buena suerte blindado.
La Virgen de la Paciencia,
me recibió con clemencia
en su cámara de Alcora,
casi mis pecados llora,
mas demostró su indulgencia.
Noemí.