Pues yo no espero al eclipse, que empieza a las 3 y 10 y termina a las 6 y 25; me voy a la cama ahora mismo.
¡Que lo veas bien! Aunque supongo que solo lo verás empezar.
¡Que lo veas bien! Aunque supongo que solo lo verás empezar.
Lo veré empezar y lo veré terminar y de paso ya empalmo con las ocho de la mañana, hora a la que vienen los de los toldos a arreglarnos los destrozos del huracán del treinta de agosto.
Qué sueñes con los angelitos.
Qué sueñes con los angelitos.