DUERME...
Hagamos como si no se hubiera hecho noche aquel verano:
como si los besos de rocío no agostados,
como si el recuerdo no abrazara un vendaval de versos,
como si no te hubieras ido.
Nombremos memorias: recordemos que te dije, duerme
después de que nos hubimos amado; susurrando a tu oídos,
nos llevaríamos un trozo de aquel verano y para siempre...
Y mereció la pena.
Y mereció la pena se asomara una aurora de amor bajo una luna llena.
Bella como eras, bella,
recuerdo, que alguna lágrima de felicidad, desde tus ojos bellos;
cayeron sobre la hierba.
Ya había sido tuyo, y tu mía toda entera.
A lo lejos el Sol saliente pintaba nubes de color de rosa.
Se asomaban en sus cantos los pájaros del alba.
Y yo velaba tu sueño.
Y yo me decía: mientras el alba dejaba caer en cascada brisas y colores,
ponía mis labios suavemente en su boca.
Vendrán muchos días como este
y mis dedos recorrerán tu piel porque de de ella enamorados
Y vendremos mil tardes para desnudos recordarnos que nos quisimos desnudos
Y amanecerán vientos y susurrará amo en el valle de sus voces limpias...
Y yo recitaré versos al viento, a sabiendas estas muy lejos...
Y el llanto de mi memoria te dirá: duerme mi amor
Yo para siempre te estaré esperando en sueños dulces.
En los murmullos de ayer hermosamente cálidos.
Si acaso te crecen gemidos,
llama a mi viento enamorado, te enviará chorros de ternura.
Hagamos como si no se hubiera hecho noche aquel verano:
como si los besos de rocío no agostados,
como si el recuerdo no abrazara un vendaval de versos,
como si no te hubieras ido.
Nombremos memorias: recordemos que te dije, duerme
después de que nos hubimos amado; susurrando a tu oídos,
nos llevaríamos un trozo de aquel verano y para siempre...
Y mereció la pena.
Y mereció la pena se asomara una aurora de amor bajo una luna llena.
Bella como eras, bella,
recuerdo, que alguna lágrima de felicidad, desde tus ojos bellos;
cayeron sobre la hierba.
Ya había sido tuyo, y tu mía toda entera.
A lo lejos el Sol saliente pintaba nubes de color de rosa.
Se asomaban en sus cantos los pájaros del alba.
Y yo velaba tu sueño.
Y yo me decía: mientras el alba dejaba caer en cascada brisas y colores,
ponía mis labios suavemente en su boca.
Vendrán muchos días como este
y mis dedos recorrerán tu piel porque de de ella enamorados
Y vendremos mil tardes para desnudos recordarnos que nos quisimos desnudos
Y amanecerán vientos y susurrará amo en el valle de sus voces limpias...
Y yo recitaré versos al viento, a sabiendas estas muy lejos...
Y el llanto de mi memoria te dirá: duerme mi amor
Yo para siempre te estaré esperando en sueños dulces.
En los murmullos de ayer hermosamente cálidos.
Si acaso te crecen gemidos,
llama a mi viento enamorado, te enviará chorros de ternura.